27 Ene Descubre cómo la monitorización de los ritmos circadianos ayuda a entender la relación entre el cáncer y los desajustes del reloj biológico
Un estudio que alumbra la relación entre los ritmos circadianos y su impacto en las diversas funciones fisiológicas.
El objetivo de esta revisión es estudiar cómo los ritmos circadianos tienen un impacto en una variedad de funciones metabólicas y fisiológicas, como la proliferación celular, la inflamación y la respuesta al daño del ADN. La evidencia epidemiológica y genética indica que la alteración de los ritmos circadianos puede estar relacionada con el cáncer. La integración de la biología circadian en la investigación del cáncer puede ofrecer nuevas opciones para aumentar la efectividad del tratamiento del cáncer y abarcaría la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de esta enfermedad.
En los últimos años, se ha producido un gran desarrollo en el uso de sensores multi-modales para monitorear la actividad física, el sueño y los ritmos circadianos, lo que permite, por primera vez, escalar el monitoreo preciso del sueño a la investigación epidemiológica que relaciona los patrones de sueño con la enfermedad y las aplicaciones de bienestar, brindando nuevas posibles aplicaciones.
Relación entre cáncer y alteraciones en el reloj biológico
El cáncer o la respuesta del organismo al estrés causado por el cáncer puede causar alteraciones en el funcionamiento del reloj biológico, lo que se relaciona con síntomas como la pérdida de capacidad para enfrentar actividades diarias, insomnio, pérdida de apetito y fatiga, lo que disminuye la calidad de vida. Además, varios estudios en humanos han demostrado que la desregulación del reloj biológico no solo puede ser una consecuencia del desarrollo tumoral, sino también puede causar cáncer y promover su progresión, especialmente en cáncer colorrectal metastásico, cáncer de mama avanzado y cáncer de pulmón.
Los estudios sugieren que los ritmos circadianos (CD) pueden jugar un papel importante en el desarrollo y expresión de enfermedades a través de dos maneras relacionadas: primero, como posible causa de enfermedad crónica al representar la división adversa de un nexo fisiológico de tiempos internos y externos, y segundo, siendo un vínculo crítico en la cadena de causación que lleva a enfermedades crónicas, incluyendo el cáncer. Los factores externos como la exposición a la luz durante horas inusuales pueden desorganizar los ritmos circadianos de nuestra biología y aumentar el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades. El trabajar turnos nocturnos y/o viajar frecuentemente a través de diferentes zonas horarias también pueden estar relacionados con un mayor riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer.